miércoles, 20 de junio de 2012

Aspectos generales sobre el tratamiento de las esofagitis

El esófago es una de las partes que componen nuestro sistema digestivo. Queda separado del estómago por el esfínter esofágicos que impide que los alimentos que ingerimos vuelvan a él y se produzca reflujo esofágico. Por tanto la esofagitis es es una afección de este órgano, más en concreto un fallo de la válvula que lo separa del estómago permitiendo que losjugos gástricos procedentes de la digestión refluyan produciendo una hinchazón del mismo y sus consecuentes daños para el organismo. Además de esta causa, hay otras como pueden ser el embarazo o las hernias de hiato.

La esofagitis, causas, síntomas y tratamientos

Los síntomas de la esofagitis

Los principales síntomas de esta dolencia suelen ser:
  • El ardor o escozor que asciende desde el estómago a la garganta.
  • La regurgitación de los flujos gástricos, que pueden inducir al vómito.
  • Dolor o presión en la zona abdominal.
  • Dificultades en la deglución y problemas dentales.
  • Arcadas y flatulencia.
  • Disminución del apetito, con la consecuencia pérdida de peso.
  • También, en casos avanzados  se pueden producir úlceras sangrantes que hace que se pierda hierro y se pueda contraer anemia.
  • Tos de origen no pulmonar.
El reflujos esofágico y sus consecuencias

Diagnóstico de la enfermedad

La mejor forma de diagnosticarla es realizar al paciente un serie de radiografías de contraste tomadas desde distintas posturas para poder ver como fluyen los líquidos en el intestino.
Otro método diagnostico es la gastroscopia, que consiste en la introducción por la boca de un tubo flexible de luz fría que lleva incorporadas unas lentes mediante las cuales se puede ver en un monitor si existen lesiones en el esófago.
Otra manera de detectarla es con un sistema más avanzado, la impedanciometría, que permite ver cual es el paso por el esófago al estómago de alimentos sólidos, líquidos y gaseosos y ver cual de ellos es el que la provoca.

Posibles tratamientos

No deben olvidarse las medidas dietéticas y posturales: evitar los alimentos que relajan el esfínter esofágico inferior como el chocolate, las grasas, el zumo de naranja, el café y el alcohol. Abstenerse del tabaco, no llevar prendas que aumenten la presión abdominal como las fajas. Corregir el sobrepeso, el estreñimiento, elevar la cabecera de la cama 30° y no acostarse después de la ingesta.
El tratamiento farmacológico es similar al de la enfermedad péptica a la que se puede añadir los pro cinéticos tipo cisaprida, cleborida o metoclopramida. En caso de clínica y ausencia de lesiones endoscópicas se usan antiácidos y pro cinéticos. En las esofagitis grados I-II se suelen usar anti-H, en grados más avanzados omeprazol 20 mg cada 12 o 24 horas en función de la severidad de las lesiones.
El tratamiento farmacológico debe durar 8 semanas. En la esofagitis grado IV se utiliza omeprazol 20 mg/12 horas y si existe estenosis se practican dilataciones para continuar con el tratamiento anti secretor de forma permanente.
El omeoprazol contra la esofagitis
En el seguimiento de estos pacientes se individualizará la dosis mínima eficaz en cada caso para evitar la recidiva de las lesiones. Si el paciente es joven y precisa tratamiento de mantenimiento debe plantearse la cirugía antirreflujo. En el caso de esófago de Barret, el tratamiento ha de ser antisecretor con omeprazol o lansoprazol con control anual endoscópico y biopsia dado el riesgo de desarrollar neoplasia. En las biopsias se valorará el grado de displasia y, en función de ella, se aconsejará cirugía de resección. La cirugía antirreflujo tiene buenos resultados en manos expertas y actualmente se practica por laparoscopia con la consiguiente disminución de morbilidad y coste.
Os dejamos con un vídeo.

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